La relación de esta emprendedora con Gaztenpresa se remonta a 2004, cuando Irene Rodríguez se lanzó a trabajar por cuenta propia como delineante. Pero no acabó ahí. En 2016, Iddtek decidió centrarse en el outsourcing de personal técnico altamente cualificado ampliando sus servicios y, de nuevo, volvió a apoyarse en Gaztenpresa para afrontar este cambio. Y, ahora, Irene Rodríguez participa como mentora en nuestro programa de mentoring. Nos lo explica todo en esta entrevista.
Cuéntanos cómo surge la idea de montar tu propio negocio.
En 2002, dejé mi empleo por cuenta ajena y empecé a realizar la formación necesaria para convertirme en delineante con la intención de ponerme a trabajar por mi cuenta. Así lo hice y en 2004 comenzó mi camino como emprendedora.
¿Es, en ese momento, cuando nace tu relación con Gaztenpresa?
Efectivamente. Recuerdo que aún estaba estudiando, cuando vi un anuncio de vuestro curso gratuito de creación de empresas y pensé: “Esto es exactamente lo que necesito”. De modo que me apunté con toda la ilusión del mundo y la experiencia fue inmejorable. Aprendí muchísimo sobre emprendimiento y, además, conocí a Lorena, que es la consultora de Gaztenpresa que me ayudó a realizar el plan de negocio y a gestionar las subvenciones a las que podía optar en ese momento.
¿Cómo pasaste de un negocio basado en tu actividad como delineante a liderar una empresa dedicada al outsourcing?
Al principio, trabajaba yo sola, como autónoma, haciendo diseños y planos para otras empresas, pero en seguida, en 2005, contraté a la primera persona. Ya entonces el cliente me pidió que esa persona se desplazara a sus instalaciones para realizar el trabajo. Esta tónica se fue repitiendo en el tiempo. Es decir, continué contratando profesionales y, aunque contaba con mi oficina técnica en la que hacíamos proyectos para terceros, la mayoría de los clientes lo que nos pedían es que la persona encargada de su proyecto acudiera a su empresa y trabajara allí durante el tiempo que le llevara la realización del diseño.
Durante varios años, mantuvimos este mix de actividad hasta que, en 2016, asumimos que, en realidad, lo que el mercado demandaba de nosotros era que nos centráramos en el outsourcing y ampliar el servicio que ofrecíamos. Además, encontrar a la persona adecuada para cada proyecto y cada cliente era algo que se nos daba realmente bien así que, hace casi 8 años, decidimos poner el foco en el outsourcing de personal técnico altamente cualificado para las empresas, no sólo a los departamentos de ingeniería de diseño, sino también de cálculos, calidad, producción, electricidad, electrónica, etc. Ahora ésa es nuestra actividad principal, pero no es la única. También realizamos procesos de selección de personal altamente cualificado. La sinergia es total, ya que el proceso es similar y así podemos dar un servicio global a las organizaciones.
En esa evolución, ¿también os apoyasteis en Gaztenpresa?
Sí. Era un punto de inflexión tan fuerte en la evolución del negocio que lo viví como montar una empresa desde cero y pensé que, si Gaztenpresa me había ayudado tanto en 2004, también podía hacerlo ahora. Así que, en 2016, me puse en contacto con Lorena y, de nuevo, me volvió a acompañar y asesorar en la puesta en marcha de esta nueva etapa, junto con Patxi López.
¿Sigues manteniendo relación con Gaztenpresa?
Por supuesto. Para mí, Gaztenpresa es una referencia a la que sé que puedo acudir si lo necesito. Además, ahora, tras muchos años recibiendo apoyo de vuestra parte, creo que ha llegado la hora de dar y estoy participando como mentora en vuestro programa de mentoring, avalado por Youth Business Spain.
¡Qué bien! ¿Y qué es lo que esperas aportar como mentora?
Afronto este reto con toda la humildad del mundo, pero sabiendo que a lo largo de todos estos años, aunque poco a poco, he aprendido muchas cosas que pueden ser útiles para las personas que se lanzan a emprender actualmente. Por otro lado, en mis casi 20 años de trayectoria profesional, me he encontrado con mucha gente que me ha ayudado porque sí, de forma altruista, ya sea porque me han enseñado a hacer algo, porque me han presentado a alguien, etc. Y pienso que, en la vida, hay que compensar y ahora me toca a mí dar y compartir lo que he aprendido a lo largo de todos estos años.
¡Gracias, Irene, por compartir tu historia y la de tu empresa!