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Transición energética: sostenibilidad como prioridad
Europa mantiene objetivos ambiciosos y la industria deberá reducir de manera significativa sus emisiones antes de 2030. Esto implica modernizar procesos, mejorar la eficiencia energética e impulsar la electrificación de equipos y líneas productivas.
Sin embargo, uno de los mayores retos para 2026 no es tecnológico, sino infraestructural: muchas empresas no pueden electrificar más procesos porque la red eléctrica no tiene capacidad suficiente para admitir nuevas potencias. Esta limitación está retrasando proyectos de descarbonización, ampliaciones de planta y la sustitución de equipos térmicos por alternativas eléctricas.
Aunque las compañías que ya han iniciado la transición energética están logrando mejoras de eficiencia en diferentes áreas, el gran desafío será avanzar al ritmo que exige la regulación en un contexto donde el acceso a la red y la estabilidad del suministro siguen siendo un factor crítico.
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Falta de perfiles técnicos: desafío urgente e importante
Es una realidad que las empresas industriales europeas tiene dificultades para cubrir posiciones de puestos cualificados.
Las causas son conocidas:
- El envejecimiento de la población nos lleva a un importante número de jubilaciones en los próximos años.
- La baja incorporación en formaciones STEM hacen que l@s jóvenes que salen al mercado laboral sean insuficientes para cubrir todas las vacantes.
- Las nuevas competencias derivadas de la digitalización requieren personal con compteteicas aún muy incipientes y, por lo tanto, aún escasas.
En este contexto, las empresas necesitan mantener el talento que ya tienen dentro de la organización, además de buscar nuevas fórmulas (dual, outsourcing o programas formativos específicos) para acceder a especialistas cualificados y mantener el ritmo de los proyectos.
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Digitalización industrial: una oportunidad para ganar eficiencia y competir mejor
La digitalización seguirá siendo una de las grandes palancas de transformación en 2026 y años venideros. La industria lleva años inmersa en proyectos que aún son oportunidades de innovar y diferenciarse, pero cada vez son necesarios para competir en un mercado globalizado.
Existen cada vez más tecnologías que siguen siendo tendencia, pero que cada vez son herramientas más accesibles: sensórica avanzada, automatización inteligente, gemelos digitales o la tan `presente IA aplicada a procesos son 4 de esas principales herramientas que se utliizan siempre orientadas a mejorar productividad, reducir paradas y optimizar decisiones.
Aunque muchas empresas aún están en fases iniciales, la oportunidad es clara:
las compañías que integran soluciones digitales en sus procesos logran operar con más eficiencia, anticiparse mejor a incidencias y adaptarse con mayor rapidez a la demanda.
El reto no es solo tecnológico, sino estratégico: saber qué digitalizar, en qué momento y con qué impacto real en la competitividad.